En la actualidad disponemos de una técnica muy efectiva para el tratamiento de insectos rastreros, es segura y que no ocasiona prácticamente ningún daño a personas, animales o materiales.
Se trata de un cebo en forma de gel alimenticio que es aplicado en forma de minúsculas gotas, por medio de una pistola aplicadora. Las ventajas son varias: el principio activo está contenido en el cebo y no se esparce al medio circundante; el insecticida solo afecta al insecto objeto de control; no se producen gases ni olores; las instalaciones se pueden utilizar inmediatamente después de realizado el tratamiento; el gel persiste en el tiempo cumpliendo su función. Se puede colocar en instalaciones que no se pueden mojar como motores o cuadros eléctricos.
Este gel, es totalmente efectivo debido a que crea una cadena de muerte ya que las cucarachas comen de todo incluyendo a sus propios congéneres, ninfas y heces, el principio activo se propaga así a otros individuos de la colonia que no han ingerido directamente el cebo.